Por Cristina Marquina Palacios y Paula Yruegas Segura**
En este artículo trataremos de hacer una relectura del caso Juanito, partiendo del estudio del momento histórico de aparición de la obra, así como de los intereses teóricos que centraban el pensamiento de Freud. Revisaremos tanto la historia familiar del niño, como las teorías sustentadas por Freud, para posteriormente adentrarnos en el caso e ir abordando la interrelación de las teorías con las palabras de Juanito. Por último, de modo sumario añadiremos, a modo de comentario, unas breves conclusiones, que irán seguidas de reflexiones sobre los diversos aspectos a debatir que sugiere este texto.
1.1.- MOMENTO HISTÓRICO Y DE DESARROLLO TEÓRICO DE SIGMUND FREUD.
El Caso Juanito se publicó en 1909. Freud aclara en la introducción que no es un caso estrictamente suyo, pero que sí intervino, dirigiendo en conjunto el plan del tratamiento. Pretendía, además, probar, en vivo y en directo, a través del historial de un niño, lo expuesto en Tres Ensayos para una teoría sexual, publicado en 1905, es decir, cuatro años antes: El psicoanalista puede confesar su deseo de hallar una prueba más directa y próxima de aquellos principios fundamentales y preguntarse si no sería su fresca vitalidad, aquellos impulsos y deseos sexuales que con tanto trabajo logramos extraer a la luz en los adultos y de los que afirmamos, además, que son acervo constitucional común a todos los hombres y sólo intensificados en el neurótico. (S. Freud, Obras Completas, Biblioteca Nueva, Tomo II, 1365)[1] – Volveremos sobre las Teorías Sexuales más adelante.
Sin embargo, para algunos autores, como Paul–Laurent Assoun, este artículo supone el paso de una conceptualización de la fobia entendida como una patología y por tanto clasificable en el rango de las demás patologías, a un entendimiento de la fobia como constitutiva de una estructura de funcionamiento del aparato psíquico. Es decir, un dinamismo de funcionamiento del aparato; con formas típicas de defensa.
El niño que pasó a la posteridad con el nombre de pequeño Hans le enseño a Freud: le mostró el alcance de la prueba de la subjetividad edípica de la fobia, en el momento de la verdad de la investigación edípica y su valor para la “sexualidad infantil”. Un caso de fobia en un niño de cinco años(1909) marca más que una ilustración de los Tres ensayos sobre la sexualidad; es la muestra de un sujeto de la fobia… Con la fobia al caballo del pequeño Hans, se pasa de una psicopatología de las fobias a una clínica del sujeto de la fobia. (Paul-Laurent Assoun, Lecciones psicoanalíticas sobre las fobias, Nueva visión, 2002, 13).
1.2.- BREVE BIOGRAFÍA DE AMBOS PADRES Y SU RELACION CON S. FREUD.
Antes de introducirnos en el caso propiamente dicho, haremos un breve recorrido por la estructura familiar.
El padre de Juanito, Max Graf, estudió derecho y música. Casado en 1898 con la actriz de teatro Olga König, la pareja tendría dos hijos, un varón (Herbert), nacido en 1903; y una niña (Hanna) nacida tres años y medio más tarde; que se suicidó en los Estados Unidos a principios de la década de 1950.
La madre, Olga König, era una famosa actriz de teatro de la época. De su historia suponemos que no siguió trabajando por lo que podría cumplirse la premisa de ser una mujer insatisfecha, volcada en su hijo.
En cuanto a la relación de Freud con los Graf, parece que ésta era estrecha.
- Freud comenzó analizando a la madre (El final de este análisis se produce en 1900).
- Se sabe que el padre acudía a las reuniones de la Sociedad Psicológica de los Miércoles (reuniones en casa de Freud para tratar sobre temas psicoanalíticos, a las que acudían todo tipo de personalidades; dichas reuniones fueron el antecedente de las sociedades psicoanalíticas locales y posteriormente de la I.P.A.), lo que indica que estaba formado en las teorías psicoanalíticas.
- En 1906 el padre comienza a enviarle a Freud las primeras cartas sobre Juanito, en las que no habla de ninguna fobia, sino que simplemente le refiere el interés del niño por su “hace-pipí”. El registro por parte de los padres de las actividades del niño viene promovido por su interés en el psicoanálisis; en un primer momento, no se aprecian indicios de enfermedad, sólo notas acerca de los intereses y actividades del niño.
- El niño de cinco años al que analizó [Freud] era hijo del musicólogo Max Graf, que había sido miembro durante algunos años del grupo de los miércoles. La hermosa madre del niño (el adjetivo es del propio Freud) era una paciente de Freud y ambos padres se contaron entre los primeros partidarios del psicoanálisis. Estuvieron de acuerdo en educar al niño de acuerdo con los principios freudianos, con la menor coerción posible; eran pacientes con él, se interesaban en su charla, registraban sus sueños y se entretenían con su infantil promiscuidad amorosa. Estaba enamorado de todos; de su madre, de las hijas de una familia amiga, de un primo. Sin ocultar su admiración, Freud observó que el pequeño Hans se había convertido en ¡un dechado de perversiones! Cuando empezó a presentar síntomas neuróticos, sus padres, coherentemente con sus principios, resolvieron no intimidarlo. (Peter Gay, Freud, una vida de nuestro tiempo, Paidós, 1989, 309).
- En este mismo año, 1906, Freud acude al 3er cumpleaños de Juanito y le regala un caballo-balancín de madera.
- Dentro de este contexto, donde se aprecia una relación fluida, al comenzar los primeros signos de la fobia en Juanito, el padre y Freud acuerdan que el primero le envíe informes periódicos por carta al profesor.
1.3.- TEORÍAS SEXUALES INFANTILES.
De las teorías sobre la sexualidad infantil, desarrolladas por Freud en los Tres Ensayos de 1905, destacamos tres de ellas. Las exponemos brevemente, justo antes de entrar a describir el caso del pequeño Hans, para poder ir viendo su progreso en el texto, y cómo se manifiestan durante la evolución del niño:
1ª.- PRIMACIA DEL FALO: Toda persona tiene un pene, incluidas las mujeres. De ahí se deriva el concepto de angustia de castración, que indica que la diferencia de sexos sólo puede proceder de la castración de la que han sido objeto las niñas. Juanito en un momento determinado dice: Todas las personas tiene hace-pipí a diferencia de los objetos, que no lo tienen. (O.C., II, 1268)
2ª.- TEORÍA DE LA CLOACA: Al desconocer el niño la existencia de la vagina y saber que el bebé que va a nacer crece en el vientre de la madre, supone que éste es expulsado como un excremento, por el ano.
3º.- ESCENA PRIMARIA: Concibe el carácter sádico del coito. Surge cuando los niños llegan a ser testigos casuales del comercio sexual de sus padres,… su interpretación del coito es siempre de carácter sádico… pero esta interpretación parece a su vez, un retorno de aquel oscuro impulso a una acción cruel, que se enlazaba con la excitación del pene, en las primeras meditaciones del infantil sujeto sobre el problema del origen de los niños. (O.C., II, 1268).
2.- EL CASO JUANITO
El análisis propiamente dicho se desarrolló en el curso del primer semestre de 1908. Fue contemporáneo del análisis de Ernst Lazer, El hombre de las ratas. Freud, con autorización del padre, publicó el historial en 1909, pero ya se había referido a Juanito en dos artículos sobre la sexualidad infantil aparecidos en 1907 y en 1908. En realidad, desde 1906, cuando el niño no tenía aún tres años, el padre, conquistado para el psicoanálisis a través de los relatos de su esposa, que le hablaba de su cura con Freud, tomó notas sobre todo lo que tenía que ver con la sexualidad del niño. (E. Roudinesco y M. Plon, Diccionario de psicoanálisis, Paidós, 1998, p. 412).
Freud en la epicrisis del caso va destacando aquellos elementos del historial de Juanito que son confirmatorios de las teorías expuestas en Los Tres Ensayos.
En primer lugar, destaca la investigación de Juanito, que Freud adscribe, en todo niño, al instinto de saber.
Coincidiendo con el primer florecimiento de la vida sexual del niño, entre los tres y los cinco años de edad, aparece en él una actividad que denomina instinto de saber o instinto de investigación; para Freud lo destacable de esta actividad infantil es su enlace y su puesta en marcha por los problemas sexuales en edad sorprendentemente temprana y con insospechada intensidad. (O.C., II, 1208).
Dos puntos importantes emergen en el material de las anotaciones hechas por el padre de Juanito.
- El vivísimo interés de Juanito por la cosita de hacer pipí.
En palabras de Freud: El primer rasgo imputable a la vida sexual de Juanito consiste en un vivísimo interés por su “cosita de hacer pipí”, interés que hace de él un gran investigador. (O.C., II, 1420).
- Los cuestionamientos de Juanito acerca del enigma del nacimiento de los niños. Investigación infantil, que viene marcada por la aparición de un hermanito o hermanita, lo que conlleva que, el temor de la pérdida que este suceso ha de acarrear para él con respecto a los cuidados y al amor de los que le rodean, le predispongan a meditar y tratar de averiguar el problema de la aparición del hermanito. (O.C., II, 1207).
La importancia dada a su hace-pipí tiene dos connotaciones, abre dos vías de desarrollo teórico distintas:
- En primer lugar, hallamos a Juanito inmerso en el período fálico: todo ser humano posee un pene. La diferencia anatómica de los sexos es definida en términos de castrado/no castrado.
Descubre así una posibilidad de diferenciar lo animado de lo inanimado, basándose en la posesión o carencia de la cosita. Presupone la existencia de este órgano importantísimo en todos aquellos seres que juzga semejantes a su propia persona, lo estudia en los animales de gran tamaño y lo atribuye tanto a su padre como a su madre, e incluso a su hermanita recién nacida, contra el testimonio directo de sus propios ojos. (O.C., II, 1420).
- En segundo lugar, la excitación producida por la masturbación.
Es decir, proporciona puntos de investigación tanto en la evolución libidinal del niño como en el entramado de las pulsiones con la conflictiva Edípica.
La unión de ambas cosas dará lugar a la angustia de castración: la amenaza de la madre de que le cortarán su cosita cuando descubre el onanismo del niño, que en un primer momento no tiene significación en el psiquismo de Juanito, se une posteriormente al descubrimiento y asunción de la diferencia anatómica de los sexos, siendo resignificada la diferencia, en la angustia de perder el propio pene.
Siendo esta la situación mental de Juanito, y su investigación a la edad de 3 años aproximadamente, tenemos noticias pasado el tiempo, a través de las anotaciones del padre, de que lo que hasta el momento eran meras exploraciones han derivado en un estado que el padre describe como: trastornos nerviosos que nos tienen intranquilos.
El inicio de dichos trastornos es narrado por el padre, describiendo el estado de angustia que un día de enero le acomete a Juanito al salir a la calle, echándose a llorar y pidiendo volver a casa. Este suceso se repite nuevamente al día siguiente. El padre añade que además por las noches Juanito tiene miedo, y no hay manera de separarle de su madre; estado similar al vivido en Gmunden (lugar de veraneo de los padres) y con el que Juanito conseguía permanecer en la cama de su madre: En el verano anterior al nacimiento de Hanna, hallándose en Gmunden, y estando la madre embarazada de 7 meses, se producen en Juanito talantes de angustia y añoranza, que provocan que la madre le meta en su cama. Cabría pensar aunque no existen en el texto indicaciones al respecto, que (no está en el material, salvo la abultada tripa de la madre) sin duda el niño percibe que algo va a cambiar, escuchará comentarios sobre el próximo nacimiento, verá a su madre “anormalmente gorda”, etc. y esto será fuente de angustia para él. Sin embargo, en este momento aún no se ha desatado la fobia (puesto que aún no ha entrado en el Edipo).
En la vida de Juanito vemos que el acontecimiento del nacimiento de Hanna se produce teniendo él tres años y medio (octubre de 1906). La explicación que los padres habían dado a Juanito sobre el nacimiento de la hermana, está basado en los clichés educativos de la época, pero parece que Juanito duda mucho respecto de la explicación sobre la cigüeña dada por los padres.
Al mismo tiempo, este estilo psicoanalítico de educación [de los padres] no impidió que los Graf cayeran en los clichés culturales dominantes. Cuando, a los tres años y medio la madre encontró al pequeño tocándose el pene, le advirtió que llamaría al doctor para que le cortara la colita. Más o menos en la misma época nació la hermanita (el gran acontecimiento de la vida de Hans) y a sus padres no se les ocurrió nada más original para prepararlo que el cuento de la cigüeña. Con respecto a este punto, Hans era más razonable que sus padres, en apariencia tan ilustrados… (Peter Gay, 1989, 309).
Paralelamente se producen en Juanito, dos intentos de seducción dirigidos a la madre: El primero:
Esta mañana como todas, la madre baña a Juanito (cuatro años y tres meses), le seca y luego le pone polvos. Cuando le está poniendo polvos por la región genital y con gran cuidado de no rozarle siquiera el pene con la mano, dice Juanito “¿Por qué no me coges la cosita?”
LA MADRE: Porque sería una porquería.
JUANITO: ¿Qué es eso? ¿Una porquería? ¿Por qué?
LA MADRE: Porque no se debe hacer
JUANITO: (Riendo) Pero es muy divertido. (O.C., II, 1372).
Y el segundo:
El 5 de Enero se encarama a la cama de su madre y le dice: ¿Sabes lo que dijo una vez tía M.? Pues dijo: “Que cosita más linda tiene”. (Tía M. había pasado con nosotros unos cuantos días del mes anterior. Asistiendo una vez al baño de Juanito, había dicho, efectivamente, en voz baja a mi mujer, la frase citada. Juanito la oyó e intenta ahora aprovecharla). (O.C., II, 1374).
Según el propio Freud, excitación sexual que se muda en angustia. Vemos además que dicha angustia queda reflejada en los sueños de Juanito.
Así, en un primer momento destaca la angustia libre de Juanito. La perturbación comienza aquí con ideas cariñosas y angustiadas, y luego con un sueño de angustia. El contenido de este último es que su madre no podrá ya mimarle. Su ternura hacia la madre ha debido, pues, experimentar una enorme intensificación… Tal intensificada ternura hacia la madre es lo que se convierte en angustia (O.C., II, 1375). El niño no puede precisar qué es lo que le da miedo, pero esta angustia denuncia desde el principio la ganancia de enfermedad que supone poder pasar más tiempo con la madre y que la madre le “haga mimitos”. En un primer momento la angustia carece de objeto. Juanito dice lo que sabe: que echa de menos en la calle a su mamá, con la que puede “hacer mimitos”, y no quiere estar sin ella. Confiesa aquí con toda sinceridad el primer sentido que puede dar a su repugnancia a salir a la calle. (O.C., II, 1375).
Para Freud los estados de angustia corresponden al deseo reprimido de Juanito de que su madre le haga mimitos; sólo cuando este deseo no se ve aliviado, aún en el caso de que se pudiera realizar, es cuando la angustia se convierte en patógena; de este modo en frase de Freud hay algo que la mantiene en la represión… la angustia ha resistido la prueba y ha de encontrar ahora un objeto. (O.C., II, 1376). Juanito se ve confrontado con una excitación que no puede contener por sí mismo; y ha de elaborar los descubrimientos sobre la diferencia anatómica de los sexos.
Sólo con el paso del tiempo, después de su segundo paseo, expresa Juanito el miedo a ser mordido por un caballo blanco. Encontrando así el objeto fobígeno. Es la forma de proyectar la amenaza pulsional que lo desborda en su interior.
Lo que nos preguntamos es, ¿Qué es lo que ha convertido al caballo en el objeto fobígeno?, ciñéndonos a la exposición clínica:
Tenemos, en primer lugar, el relato de Juanito de haber oído al padre de una amiga: no toques con los dedos al caballo blanco, porque te morderá. (O.C., II, 1378). Y por otro las advertencias de los padres de Juanito de que lo que le provoca la tontería es el tocarse la cosita; utilizando términos similares a los oídos por Juanito anteriormente. Oye: si dejas de darle la mano a la cosita se te quitará la tontería ¿sabes? (O.C., II, 1378).
Para Freud, el onanismo en sí mismo no es el problema, ya que los tocamientos vienen produciéndose con antelación a esta situación fóbica; sino el momento en que Juanito está intentando renunciar al mismo, porque los padres le dicen que es malo. Un ejemplo se ve coincidiendo con el nacimiento de Hanna (3,1/2 años) donde la madre amenaza con cortarle su hace-pipí porque Juanito se lo toca: El interés de Juanito por la cosita de hacer pipí no es exclusivamente teórico. Como era de esperar, le incita también a tocamiento del miembro. Teniendo tres años y medio le sorprendió su madre con la mano en el pene y le amenazó: “si haces eso, llamaré al doctor A. para que te corte la cosita, y entonces ¿con qué vas a hacer pipí?” Juanito: con el popó. (O.C., II, 1366). Recordemos aquí también que incluso le dicen al niño que si deja de tocarse el pene, se le quitará la tontería (nombre que emplean para referirse a la fobia) como hemos visto en párrafos anteriores.
Freud y el padre, convienen en aclarar a Juanito que en realidad su miedo es producido por su deseo de ser acogido en la cama por su mamá, y por conocer sobre los hace-pipí grandes de sus papás.
A raíz de esta aclaración se produce el levantamiento de la represión y surge un nuevo material, la fantasía de las jirafas:
En la noche del 27 al 28, Juanito nos sorprende levantándose a oscuras de su cama y viniendo a la nuestra. Su cuarto está separado de nuestra alcoba por un gabinete. Le preguntamos por qué se ha levantado y si es que le ha dado miedo. Dice: ‘no; mañana lo diré’. Se duerme en nuestra cama, y le llevamos dormido a la suya.
Al día siguiente le someto a un interrogatorio para averiguar por qué se ha levantado por la noche, y después de alguna resistencia por parte suya se desarrolla el siguiente diálogo, que anoto en el acto taquigráficamente:
EL.- Por la noche había en mi cuarto una jirafa muy grande y otra toda arrugada; y la grande empezó a gritar porque yo le quité la arrugada. Luego dejó de gritar, y entonces yo me senté encima de la jirafa arrugada.
YO.- (Extrañado) ¿Cómo? ¿Una jirafa arrugada? ¿Qué es eso?
EL.- Si (Busca apresuradamente un papel, lo arruga todo y dice) Así estaba de arrugada.
YO.- ¿Y tú, te sentaste encima de la jirafa arrugada? ¿Cómo?
Juanito me lo muestra sentándose en el suelo.
YO.- ¿Y por qué viniste a nuestra alcoba?
El.- No lo sé.
YO.- ¿Y tenías miedo?
EL.- No, Ninguno.
YO.- ¿Soñaste con jirafas?
El.- No, no lo soñé. Lo pensé. Lo pensé todo. Estaba ya despierto.
YO.- ¿Qué puede ser eso de una jirafa arrugada? Tú sabes muy bien que no se puede arrugar una jirafa como un pedazo de papel.
EL.- Si, lo sé. Es que me lo figuraba. Es una cosa que no hay en el mundo. La jirafa arrugada estaba tendida en el suelo y la cogí; la cogí en las manos.
YO.- ¿Cómo se puede coger en las manos un animal tan grande como la jirafa?
EL.- Pues sí. La jirafa arrugada la cogí en las manos.
YO.- ¿Y dónde estaba la grande mientras tanto?
El.- Un poco más allá.
YO.- ¿Qué hiciste con la jirafa arrugada?
EL.- La tuve un rato en las manos hasta que la grande dejó de gritar, y cuando la grande dejó de gritar, me senté encima de la otra.
YO.- ¿Por qué gritaba la otra?
EL.- Porque yo le había quitado la pequeña.
En esto observa que voy anotándolo todo y me pregunta: ¿Por qué lo anotas todo?
YO.- Para mandárselo a un profesor que puede quitarte la tontería.
EL.- ¡Ah! Entonces, ¿has anotado también que mamá se quitó la camisa y se lo has enviado al profesor?
YO.- Sí, Pero el profesor no entenderá cómo se puede arrugar una jirafa.
EL.- Dile que yo tampoco lo sé, y no te preguntará más. Pero si pregunta lo que es la jirafa arrugada, puede escribirnos y le contestaremos. O mejor, le escribimos ahora diciéndolo que yo mismo no lo sé.
YO.- ¿Por qué has venido esta noche a nuestra alcoba?
EL.- No lo sé.
YO.- Dime aprisa en qué piensas ahora.
EL.- (En tono humorístico). En un jugo de frambuesas
YO.- Y, ¿En qué más?
EL.- En una escopeta para matar gente.
YO.- ¿De verdad no soñaste todo esto?
EL.- No, seguro que no: Lo sé muy bien.
Luego sigue contando: ‘Mamá ya me ha pedido muchas veces que le diga por qué he ido esta mañana a vuestra alcoba. Pero yo no he querido decíroslo porque al principio me daba vergüenza de mamá.
YO.- ¿Por qué?
EL.- No lo sé.
…Toda la fantasía es la reproducción de una escena que se ha desarrollado casi todas las mañanas en los últimos días. Juanito viene por la mañana temprano a nuestra alcoba, y su madre no puede por menos que acogerle unos minutos en la cama. Por mi parte, la advierto siempre que no debe hacerlo (‘la grande empezó a gritar porque yo le quité la pequeña’), replicándome ella alguna vez irritada, que son tonterías mías, que por tenerle allí un minuto no puede pasar nada, etc. Juanito permanece entonces un breve rato a su lado. (‘Luego dejó de gritar, y entonces yo me senté encima de la jirafa arrugada’).
La solución de esta escena conyugal transformada en una fantasía sería, pues, la siguiente: Juanito ha echado de menos a su madre durante la noche, ha deseado sus caricias y ha venido en busca de ellas a nuestra alcoba. Todo ello es la continuación del miedo a los caballos. (O.C., II, 1383).
Según Freud, en esta fantasía se aúnan dos contenidos:
- el desafío al padre.
- la angustia de castración de Juanito, que se expresa en el miedo a comparar su hace-pipí con el del padre y que, al ser el suyo más pequeño, su madre no le quiera. La totalidad es una fantasía de desafío enlazada a la victoria sobre la oposición del padre. ‘Grita todo lo que quieras. Mamá me acoge, a pesar de todo, en su cama. Mamá es mía; me pertenece’. (O.C., II, 1383).
- Sobre esto, nosotras añadimos que, junto con el desafío al padre, puede verse que la madre está volcada con el niño, favoreciendo el desafío al padre.
La interpretación dada a Juanito, por parte del padre, del sueño de las jirafas, dará lugar al relato de una serie de escenas de delito, que Juanito comete junto a su padre, como son entrar por debajo de una cuerda a un recinto prohibido en el zoo y romper un cristal en el tren. Tanto el zoo como el tren son dos escenarios en los que habitualmente el niño está a solas con el padre. Estas escenas pertenecen a la fantasía de toma de posesión de la madre. Freud poniendo palabras a lo que la fantasía podría estar expresando, aclara: Me gustaría hacer algo con mamá, algo prohibido. No sé lo que es, pero sé que tú lo haces con ella. (O.C., II, 1428).
Posteriormente, la fobia de Juanito se centra en aquellos caballos que tienen algo negro en el morro, lo que simboliza las gafas y el bigote de su padre, y aunque parece que la fobia mejora porque Juanito puede salir a la calle (ya no teme que el caballo le muerda), el objeto fobígeno se amplía a los caballos con carro, siendo su carga pesada el objeto de la fobia. Esta carga de los carros tiene un doble significado:
- El miedo a que el carro haga caer al caballo: la carga pesada del carro puede hacer volcar al caballo. Freud indica que el contenido de los carros cargados ha de estar enlazado a algún deseo de Juanito aún por descubrir. Juanito relata a su padre un día que salió con su madre a la calle y vio caerse a un caballo y se asustó mucho. Indica que fue ahí donde le dio la tontería. El deseo de Juanito en este momento era que el padre se cayera igual que el caballo y muriera.
De todos modos, la neurosis surgió directamente enlazada a este suceso accidental y conservó la huella del mismo en la elevación del caballo a la categoría de objeto de la angustia. Esta impresión carece en sí de energía traumática. Sólo la anterior significación del caballo como objeto de preferencia y de interés y enlace con el incidente de mayor capacidad traumática ocurrido en Gmunden cuando Federico se cayó jugando a los caballos, así como el fácil enlace asociativo entre Federico y el padre, pudieron adscribir tan gran eficacia al accidente casualmente presenciado. (O.C., II, 1435).
- el embarazo de la madre. Los carros cargados en determinado momento son para Juanito símbolo de los excrementos/niños que lleva la madre en su interior. En la calle, Juanito me dice que los carros de carbón son carros de cajones de cigüeña, esto es, mujeres embarazadas… (O.C., II, 1406).
La flexibilidad y multiplicidad de sentidos de los enlaces asociativos permitieron a aquella misma impresión rozar el segundo de los complejos acechantes en lo inconsciente de Juanito, el complejo del parto, que ponía fin al embarazo de su madre. (O.C., II, 1435).
Con posterioridad aparece la fantasía en Juanito del nacimiento de los hijos, a los que compara con “Lumpf” (nombre que le da a sus excrementos), fantaseando que el nacimiento es algo placentero, de acuerdo a sus propias sensaciones corporales en el momento de la defecación.
En relación a esto último, el interrogante que le surge a Juanito es ¿qué tiene que ver el padre en el nacimiento de los hijos? Este cuestionamiento infantil es el que enlaza con la teoría de la concepción sádica del coito. La cosita, cuya excitación acompañaba siempre a aquellos pensamientos, debía tener algo que ver con todo ello, aunque desde luego una cosita mayor de lo que a Juanito le parecía la suya. Siguiendo las indicaciones que sus sensaciones le proporcionaban, concluyó que debía tratarse de una violencia de que se hacía objeto a la madre, de un desgarramiento, de una penetración en un espacio cerrado, actos a cuya ejecución sentía en sí un impulso (O.C., II, 1434).
Avanzando en el análisis, Juanito confiesa que la tontería comenzó cuando vio caerse a un caballo y comenzó a armar barullo con los pies. Hemos comentado anteriormente uno de los deseos que surgió en Juanito en ese momento. Averiguamos posteriormente, que este suceso, enlaza, además, con un episodio ocurrido previamente, donde su amigo Federico cayó mientras jugaba a los caballos, se hizo sangre en el pie y Juanito deseó que el caído fuera su padre (O.C., II, 1389).
A partir de aquí quedaba abierto el camino para el retorno de lo reprimido: camino que fue seguido de manera que el material patógeno quedara transferido al complejo del caballo y transformados uniformemente en angustia todos los afectos concomitantes. (O.C., II, 1435).
Vemos como en nuestro pequeño paciente se desarrolla un poderoso impulso de la represión, que recae precisamente sobre sus componentes sexuales dominantes. Abandona el onanismo y rechaza de sí, asqueado, todo lo que le recuerda los excrementos y el espectáculo de las funciones de este orden. Pero no son estos los componentes que excitan el motivo ocasional de la enfermedad (la visión de la caída del caballo) ni tampoco los que proporcionan el material para los síntomas, o sea el contenido de la fobia… Tales componentes son en Juanito impulsos que ya antes se hallaban dominados y nunca, que sepamos, pudieron exteriorizarse libremente: sentimientos hostiles y celosos contra el padre e impulsos sádicos correspondientes a un presentimiento del coito con respecto a la madre… Estas inclinaciones agresivas no hallaron en Juanito exutorio ninguno, y en cuanto quisieron romper al exterior reforzadas, en una época de privación y de excitación sexual más intensa, surgió aquella pugna a la que damos el nombre de fobia… La fobia enlaza más estrechamente al enamorado con el objeto de sus deseos, pero al mismo tiempo se cuida muy bien de que no pueda satisfacerlos. En estos dos efectos se nos revela la verdadera naturaleza de la enfermedad neurótica. (O.C., II, 1435/36).
Hay dos fantasías que sirven como resolución de la fobia:
- Viene un fontanero que taladra a Juanito y le sustituye su pene por otro mayor
- Se casa con su madre, tiene muchos hijos con ella y el padre se convierte en el abuelo, casándose con la abuela, que es la propia madre del padre. Por tanto, así resolvió Juanito el complejo de Edipo.
- la hostilidad hacia su padre (le mantiene con vida, en la posición de abuelo).
- el deseo amoroso hacia la madre (se casa con ella y tienen muchos hijos).
- la castración (el fontanero le pone un pene grande).
3.- CONCLUSIONES Y ASPECTOS A DESTACAR SOBRE LO QUE SIGNIFICÓ EL CASO DEL PEQUEÑO HANS EN LA ÉPOCA EN QUE FUE PUBLICADO.
Considerado uno de los grandes casos del psicoanálisis, el tratamiento de Juanito ocupó muy pronto un lugar particular en los anales del freudismo, primero porque el paciente (por primera vez) era un niño, y en segundo término porque Freud, en lugar de ocupar la posición de analista, intervino como supervisor. (E. Roudinesco y M. Plon, 1998, p. 412).
Siguiendo a P.F.-Villamarzo, este caso podemos considerarlo de importancia clave desde tres puntos de vista:
1.- TEÓRICO. Fundamentación y exposición, a partir del caso clínico, de las teorías en relación a la sexualidad infantil que Freud sustentaba en este momento. Por un lado, podemos apreciar el desarrollo de la estructuración del aparato psíquico infantil y por otro el dinamismo de las pulsiones y su relación con dicha evolución. Los principales temas tratados son: de dónde vienen los niños, el embarazo, el parto, la curiosidad sexual, la diferencia anatómica de los sexos, las conductas anales, el complejo de Edipo, angustia y amenaza de castración.
2.- CLÍNICO. Tal y como comentábamos inicialmente, la exposición de este caso supone la reformulación de la fobia en términos de estructura. Es aquí donde Freud reformula de una forma clara su teoría sobre la génesis de la Neurosis fóbica o Histeria de angustia…
3.-TÉCNICO. Será el primer caso del análisis de un niño; lo que abrirá una nuevo camino a toda una serie de psicoanalistas como M. Klein, o Anna Freud, Hermine Hug-Helmuth y más contemporáneamente Arminda Aberastury.
4.- POSIBLES DEBATES
Aunque algunos de estos aspectos ya han quedado indicados en apartados anteriores, si que nos gustaría plantear aquellas cuestiones que surgen abiertas a debate durante la lectura del texto, y que de alguna manera hacen ver los cuestionamientos del momento de la escritura del texto y su diferencia con cómo se plantean dichas cuestiones hoy en día. De alguna manera, dejan entrever cómo ha ido evolucionando no sólo la teoría sino el ambiente investigador de la época.
– ¿Niño neurótico? (Pequeño hereditario). Con esta cuestión, nos plantearíamos la dificultad en establecer un diagnóstico diferencial frente a la patología orgánica, cuestión tan crucial para Freud en sus comienzos y la evolución de la asunción de la neurosis como algo inherente a la estructura anímica de las personas.
– Análisis llevado a cabo por el padre -> ¿sugestión? Tal planteamiento nos hace evocar la evolución histórica del análisis, desde los momentos de la hipnosis y de la sugestión, hasta su posterior deriva hacia la asociación libre y el psicoanálisis propiamente dicho; por otro lado también evoca las diferencias teóricas en cuanto a la conceptualización sobre la transferencia y la diferenciación sobre los contenidos del propio analista y del analizando. Conceptos tales como la contratransferencia, neutralidad del analista, el encuadre, a que ha podido dar lugar la situación excepcional de este análisis.
– No posibilidad de psicoanálisis en niños. Los planteamientos iniciales de Freud, en cuanto a la posibilidad del análisis de niños, y los posteriores fructíferos desarrollos. Las diferentes discusiones tratando de definir su relación con la educación y las distintas posturas teóricas cuyas mejores exponentes fueron M. Klein y la propia hija de Freud, Anna.
– El papel de Freud en el análisis de Juanito. Dando pie a uno de los imprescindibles campos de formación del futuro analista, las sesiones de supervisión.
Bibliografía:
- Assoun, Paul-Laurent: Lecciones psicoanalíticas sobre las fobias, Nueva visión, 2002.
- Freud, S.
- (1905) Tres ensayos para una teoría sexual, Obras Completas, Tomo II, ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1973.
- (1908) Teorías sexuales infantiles, Obras Completas, Tomo II, ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1973.
- (1909) Análisis de la fobia de un niño de cinco años (Caso Juanito), Obras Completas, Tomo II, ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1973.
- Gay, P.: Freud, una vida de nuestro tiempo, Paidós, 1989.
- Roudinesco, E. y Plon, M.: Diccionario de psicoanálisis, Paidós, 1998.
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*Trabajo realizado durante el Master de AECPNA en el curso 2014-2015.
**Sobre las Autoras: – – 98 Cristina Marquina Palacios es Psicóloga y Psicoterapeuta, trabaja en consulta privada con adultos, niños y adolescentes, ayudante del Master de Psicoanálisis del Centro de Estudios Freudianos “Oskar Pfister”. Certificado Europsy. Paula Yruegas es Licenciada en Derecho y Psicología. Psicóloga y Psicoterapeuta en consulta privada con niños, adolescentes y adultos. Prácticas en la Unidad de Trastornos Alimentarios del Hospital Niño Jesús, Madrid. (18 meses). Voluntariado como psicóloga en centros de Cartagena de Indias, Colombia (Julio y Agosto de 2011).
[1] La obra de Freud, de ahora en adelante, se notara con la referencia O.C, el tomo y la página correspondiente perteneciente a la publicación de Biblioteca Nueva, 3 tomos, 1973.0p
Revista nº 8
Artículo 7
Fecha de publicación: JUNIO 2015