Matías es un personaje infantil creado en 1993 por Sendra, humorista gráfico argentino. En la actualidad, Sendra sigue compartiendo viñetas en el periódico Clarín sobre las vivencias de este niño. En ellas se pueden observar las vicisitudes por las que pasa un niño curioso y las reacciones de su madre. Resulta interesante e incluso divertido pensar y analizar algunas de las tiras de Matías como una forma de comprender a las infancias de hoy. A través de este tierno personaje Sendra nos hace llegar mensajes relativos a la visión infantil del mundo adulto y cómo ésta es recibida por los adultos, la sociedad, en este caso representada por la madre. Una madre siempre presente físicamente, a diferencia del padre, pero algo desconectada de lo que suponen las respuestas que da a su hijo.
La curiosidad de Matías le lleva a plantearse y plantear a su madre preguntas del tipo: ¿Alguna vez dijiste una mentira?, ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?, ¿Cómo es Dios?, ¿Quién era Edipo? Como niño que es también piensa en las tareas de la escuela y en las cosas que le pasan con la maestra.
Como sabemos, a diferencia de la adolescencia, en la infancia los padres ocupan un lugar privilegiado y de referencia para sus hijos. Ocupan el lugar de saber para ellos. Desde ahí Matías busca en la madre las respuestas a sus preguntas, pareciera que su madre lo sabe todo. Sin embargo, en muchas ocasiones las contestaciones de la progenitora en lugar de calmarlo, lo inquietan. Poco a poco, el niño se va dando cuenta de que su madre no sabe qué contestar a muchas cosas. De esta manera, la madre de Matías pasa de ser amo absoluto del saber, a ser sujeto de supuesto saber.
Matías también suele preguntarse y preguntar a su madre por su identidad: ¿Soy soltero? , ¿Soy de la casta? Sabemos que este tipo de preguntas en los niños apuntan a la construcción de su identidad, pero también apuntan a saber quién es para la madre, quién soy para ti, quién quieres que sea. Como todo niño, su máximo deseo es ser grande, crecer y por ello también se cuestiona. A la luz de las siguientes viñetas parece que se aprecian dificultades a la hora de pensarse como un hombre.
Él quiere ser un macho alfa para pelear, para ser admirado, pero se le complica por dos cuestiones, por un lado, por la censura de su propia madre que lo impotentiza y por otro, porque también le gusta el dulce. Consideramos que las vicisitudes de este pequeño también son reflejo de la época en la que le está tocando vivir. Una época en la que hoy los hombres, parecen necesitar integrar en su masculinidad la corriente agresiva con la afectiva, de la misma manera que la mujer ha ido integrando en su femineidad aspectos que socialmente debían quedar escindidos – la corriente maternal de la corriente erótica –.
Imaginamos que Matías y su madre podrán trabajar con el psicoanalista, entre otras cosas, lo que supone que Matías vaya a ser un hombre.
Gabriel Ianni
Psicoanalista
Miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Internacional
Presidente y Docente de AECPNA
Nuria Sánchez-Grande
Psicóloga. Psicoterapeuta
Miembro de la Comisión Directiva y Docente de AECPNA